1 kilo de harina blanca común
1 cucharada de sal fina
3 cucharadas de azúcar
660 de agua tibia
1 cucharada de levadura (25 g de la prensad o 10 g de la seca)
3 cucharadas de aceite
Mezclar en un bol la harina con la sal y el azúcar. Hacer un hueco en el centro, verter el agua y desmenuzar la levadura.
Integrar en el centro, apenas tomando parte de la harina de los costados. Batir bastante para oxigenar y formar una mezcla
licuada y cremosa. Dejar descansar durante 20 minutos o hasta que se esponje.
Continuar revolviendo con una cuchara de madera, incorporando de a poco la harina de los costados hasta que se tenga una consistencia
espesa. Colocar en la mesa y amasar durante 10 minutos, agregando harina de a poco en el área de amasado, nunca sobre la masa.
Debe quedar una masa elástica y firme. Golpearla un poco y seguir amasando. Alternar golpes y amasados, así se obtendrá una
masa superior. Cubrir con un plástico y dejar leudar durante 1 hora.
Cortar y modelar pancitos, envolviendo la masas para acomodaar las tensiones de manera que resulten bollitos lisos por arriba,
sin pliegues y, por debajo escondido, el ombligo(el lugar donde se reunen todos los pliegues). Para unos baguetines, aplanar
la masa y enrollarla como alfombra. Rodar en la mesa y acomodar en la placa engrasada. Para figacitas, aplastar un poco, una
vez ubicadas en la placa. Dejarlas leudar y hornear a fuego medio (180°C)
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